En el mundo en que vivimos nos encontramos rodeados por mucho tipos diferentes de ondas electromagnéticas, nos podemos topar con ondas de muy alta frecuencia, como los rayos gamma, o con otras de muy baja frecuencia, como las ondas de radio. Y entre ambos extremos nos encontramos con los rayos X, los rayos ultravioleta, la luz visible y los rayos infrarrojos. Seguro que muchos de vosotros no sabíais que todos estos "rayos" son en realidad ondas electromagnéticas.
El caso es que, cuanto mayor es la frecuencia de las ondas electromagnéticas, más nocivas, perjudiciales y dañinas son para nuestra salud, todo ello debido a que la radiación es más aguda, penetrante y, sobre todo, ionizante, es decir, con capacidad de modificar las moléculas de nuestro cuerpo rompiendo los enlaces moleculares mediante la alteración del estado de los electrones que se encuentran ligados a los átomos que forman dichas moléculas.