Todo el mundo sabe que las mareas son el fenómeno consistente en el hecho de que el mar aumenta o disminuye su altura. El fenómeno de las mareas es más apreciable cuando el fondo cercano a la costa está muy cerca de la superficie y es menos notable cuando dicho fondo marino es muy profundo. En el primer caso la marea puede provocar que el mar progrese o se repliegue incluso más de cien metros.
Pero lo que no todo el mundo sabe es que la principal causante de las mareas es la Luna, en combinación con la acción del Sol.
La Tierra tiene las tres cuartas partes de su superficie cubierta por agua. Por lo tanto, si nos imaginamos que la Tierra estuviera mucho más cerca de la Luna, sería lógico pensar que el efecto de la gravedad de la Luna provocaría que el agua se “alargase” hacia ella. Es decir, la superficie del agua se deformaría, tomando una forma “alargada” en dirección hacia la localización de la Luna y “contraída” en la dirección perpendicular a la misma (ver dibujo).
Puesto que mientras la Tierra rota sobre su eje, la Luna parece tardar un día en dar una vuelta completa a la Tierra (en realidad existe un retraso aproximado de una hora), aproximadamente cada doce horas se produce una marea alta o pleamar (que será baja o bajamar en otro lugar de la Tierra). Es decir, la marea sube y baja dos veces a lo largo del día.
¿Qué son las mareas vivas?
Las mareas vivas o mareas sizigias se producen por el hecho de que el efecto de la gravedad sobre el agua se acentúa cuando el Sol se alinea con la Luna, de esta manera las mareas son más altas, es decir, el agua sube más. Las mareas vivas se producen cuando la Luna se encuentra en las fases nueva y llena.
Por el contrario, durante las fases de cuarto menguante y cuarto creciente el fenómeno es el contrario y nos encontramos con las llamadas mareas muertas o mareas de cuadratura.
Energía mareomotriz
El movimiento del agua producido por las mareas se puede aprovechar, y de hecho se aprovecha en bastantes sitios, para producir energía eléctrica mediante el empleo de turbinas situadas debajo del agua, que se mueven aprovechando el flujo del agua producido desde el mar hacia la costa durante las mareas altas o pleamar y el reflujo posterior desde las costa hacia el mar durante las mareas bajas o bajamar.
Aunque parezca lo contrario, el principal problema de las centrales mareomotrices es que crean importantes problemas medioambientales, ya que afectan seriamente al ecosistema que las rodea.
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